Fue iniciada en 1063-1064 por el arquitecto Buscheto, con la décima del botín de la empresa pisana contras las Islas Baleares. Se fundieron en ella elementos estilísticos diversos, clásicos, lombardo-emilianos, bizantinos y en particular islámicos para probar la presencia internacional de los mercaderes pisanos de aquellos tiempos. En el mismo año se iniciaba también la reconstrucción de la Basílica de San Marcos en Venecia, por lo que puede colegirse que también hubo cierta rivalidad entre las dos repúblicas marineras para crear el lugar de culto más bello y suntuoso.
Decoración interior:
El interior está revestido de mármoles blancos y negros, tiene un techo a artesonados dorados del siglo XVII, en madera y pintado, por los florentinos Domenico y Bartolomeo Atticiati. No se sabe si el techo original fuera similar o de simples armaduras. El techo actual dorado muestra el escudo de los Médici.
En el punto de encuentro entre los transeptos y el cuerpo central se alza la cúpula con frescos de la Virgen en la gloria y los santos de los pisanos Orazio y Girolamo Riminaldi (1627-1631).
Las impresionantes columnas graníticas en estilo corintio entre la nave y el ábside provienen de la mezquita de Palermo, botín de la batalla en la “Cala” de 1063.
El gran mosaico del ábside con Cristo en majestad, rodeado por la Virgen y San Juan Evangelista fue terminado con el rostro de san Juan por Cimabue en 1302, y sobrevivió milagrosamente al incendio de 1595. El San Juan Evangelista es la última obra realizada por él antes de la muerte y una de las pocas de las que existe documentación certificada. Evoca los mosaicos de las iglesias bizantinas y normandas, como la de Cefalú y Monreale, en Sicilia.
Entre las obras medievales que escaparon al incendio figuran el fresco La Virgen con el Niño del pisano Maestro de San Torpè en el arco triunfal, y bajo él el pavimento cosmatesco, realmente raro fuera del Lacio. Fue realizado con teselas de mármol usando temas geométricos en opus alexandrinum (mitad del siglo XII).
El púlpito de la Catedral, obra maestra de Giovanni Pisano, sobrevivió al incendio pero fue desmontado durante los trabajos de restauración y no fue repuesto hasta 1926. Con su estructura arquitectónica y la compleja decoración escultórea, la obra es una de las más vastas narraciones por imágenes del siglo XIV que refleja la renovación y el fervor religioso de la época. En las placas, ligeramente curvas, se han esculpido con un lenguaje expresivo los episodios de la Vida de Cristo. La estructura poligonal, como los ejemplos análogos precedentes, en el púlpito de Pisa, de Siena y de Pistoya, pero por primera vez los paneles están ligeramente curvados, dando una idea de circularidad nueva en su género. Igualmente originales son
La presencia de cariátides, figuras esculpidas en el lugar de simples columnas, que simbolizan las Virtudes.
La adopción de ménsulas en lugar de arcos para sostener el piso alzado.
El extraordinario sentido del movimiento, dado por las numerosas figuras que llenan cada espacio vacío.
Por estas cualidades unidas a la técnica narrativa de las nueve escenas es considerado como la obra maestra de Giovanni y de toda la escultura gótica italiana.
El púlpito solicitado a Giovanni sustituyó a otro realizado por Guglielmo (1157-1162) (púlpito del Maestro Guglielmo), que fue enviado a la Catedral de Cagliari, dependiente del arzobispo de Pisa.
Dado que no había documentación de cómo era el púlpito antes de ser desmantelado, fue reconstruido en una posición distinta de la original y, seguramente, con las partes en el mismo orden y orientación de como se había pensado. No se sabe si poseía o no una escalera de mármol.
La iglesia conserva además las reliquias de San Raniero, patrón de Pisa, y la fragmentaria tumba de Enrique VII, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, muerto en Buonconvento mientras asediaba Florencia. La tumba, también desmontada y recompuesta, fue esculpida por Tino da Camaino entre 1313 y 1315 y está en el transepto derecho, mientras que originalmente estaba en el centro del ábside, como signo de la fe gibelina de la ciudad. Sucesivamente trasladada otras veces por cuestiones políticas, fue separada en varias partes (unas dentro de la iglesia, otras en la fachada, otras en el cementerio monumental, y finalmente en el museo).
Las 27 pinturas que revisten la tribuna detrás del altar mayor, que representan Episodios del Antiguo Testamento e Historias cristológicas, fueron realizadas entre el siglo XVI y XVII por los mejores pintores de Toscana: Andrea del Sarto, El Sodoma y Domenico Beccafumi.
Numerosos y preciados son los adornos del siglo XVII, entre los que sobresalen el crucifijo de bronce del altar mayor y los ángeles portacandelabros al extremo de la “transenna” de mármol, obra de Giambologna. Además está el ciborio de plata ideado por Giovan Battista Foggini (1678-1686) en el altar de la capilla del Santísimo Sacramento. En los numerosos altares laterales se encuentran pinturas del siglo XVI y XVII elaboradas por pintores prestigiosos. Particularmente venerada es la imagen de la Virgen con el Niño (del siglo XIII), llamada Madonna di sotto gli organi, atribuida a Berlinghiero Berlinghieri.
El edificio, como el campanario está hundido perceptiblemente en el suelo, y algunos desequilibrios en la construcción se pueden ver con facilidad así como las diferencias de nivel entre la nave de Buscheto y la prolongación por obra de Rainaldo.
Los originales “graduales” de la catedral, obra de Giovanni Pisano de fines del siglo XIII fueron sustituidas en 1865 por el actual Sagrato. Estos graduales rodeaban el perímetro de la catedral al nivel del terreno y consistían en un casco de recuadros esculpidos con figuras de animales y cabezas. Actualmente algunos fragmentos se pueden ver en el museo.
-PLANTA:
Al inicio, el edificio tenía planta de cruz griega y la cúpula sobre el cruce de ambos brazos. Hoy tiene planta de cruz latina con cinco naves con ábside y transepto de tres naves. El interior sugiere un efecto espacial similar al de las grandes mezquitas.
-CUBIERTA:
La cubierta inicial de la catedral de Pisa era de madera y su armadura fue sustituida en el siglo XVI por el artesonado que luce actualmente. Los capiteles son corintios, la construcción es de principios del siglo XII, fue consagrada por vez primera en 1.118. Encima de éstas se extiende una tribuna y a un tercer nivel, unos ventanales, esbeltos y sencillos.
-ÁBSIDE:
El gran mosaico del ábside con Cristo en majestad, rodeado por la Virgen y San Juan Evangelista fue terminado con el rostro de san Juan por Cimabue en 1302, y sobrevivió milagrosamente al incendio de 1595. El San Juan Evangelista es la última obra realizada por él antes de la muerte y una de las pocas de las que existe documentación certificada. Evoca los mosaicos de las iglesias bizantinas y normandas, como la de Cefalú y Monreale, en Sicilia.
-PÚLPITO:
El púlpito de la Catedral, obra maestra de Giovanni Pisano, sobrevivió al incendio pero fue desmontado durante los trabajos de restauración y no fue repuesto hasta 1926. Con su estructura arquitectónica y la compleja decoración escultórea, la obra es una de las más vastas narraciones por imágenes del siglo XIV que refleja la renovación y el fervor religioso de la época. En las placas, ligeramente curvas, se han esculpido con un lenguaje expresivo los episodios de la Vida de Cristo. La estructura poligonal, como los ejemplos análogos precedentes, en el púlpito de Pisa, de Siena y de Pistoya, pero por primera vez los paneles están ligeramente curvados, dando una idea de circularidad nueva en su género. Igualmente originales son
La presencia de cariátides, figuras esculpidas en el lugar de simples columnas, que simbolizan las Virtudes.
La adopción de ménsulas en lugar de arcos para sostener el piso alzado.
El extraordinario sentido del movimiento, dado por las numerosas figuras que llenan cada espacio vacío.
Muestra nueve escenas del Nuevo Testamento, grabado en mármol blanco con un efecto de claroscuro. Contiene incluso una osada representación naturalista de un Hércules desnudo. Su figura Prudencia en el púlpito pudo haber sido una inspiración para la Eva en la pintura La expulsión del Jardín del Edén de Masaccio. Este púlpito con sus dramáticas escenas se ha convertido en su obra maestra.
-GIOVANNI PISANO:
Giovanni Pisano (h. 1250-1314) fue un escultor italiano, pintor y arquitecto. Hijo del famoso escultor Nicola Pisano, quién recibió su formación en el taller de su padre.
En 1265-1268 trabajó con su padre en el púlpito de la catedral de Siena. Luego trabajaron juntos en la fuente Fontana Maggiora en Perugia. Estas primeras obras se hicieron siguiendo el estilo de su padre. Su siguiente obra fue en Pisa, esculpiendo las estatuas en las dos filas de gabletes con tracerías en el exterior del Baptisterio (1277-1284). Fue nombrado al mismo tiempo arquitecto jefe de la catedral de Siena entre 1287 y 1296. Esto le obligó a viajar a menudo entre estas dos ciudades. Las elegantes esculturas y el diseño arquitectónico para la fachada de la catedral en Siena muestran sus tendencias a mezclar el arte gótico con reminiscencias del arte romano.
En 1296 regresó a Pisa para empezar a trabajar en la iglesia de San Juan. En 1301 continuó su obra en el púlpito para la Iglesia de San Andrés en Pistoia, que ya había empezado en 1297. Los cinco relieves del púlpito son la Anunciación y Natividad; la Adoración, Sueño de los Magos y el Ángel advirtiendo a José; la matanza de los inocentes; la Crucifixión; y el Juicio Final.
Su obra entre 1302 y 1310 en el nuevo púlpito para la Catedral de Pisa muestra su distintiva preferencia por el movimiento en sus personajes, alejándose aún más del estilo de su padre. Su última gran obra data probablemente de 1313 cuando hizo un monumento en memoria de Margarita de Brabante.
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